En noviembre de 2019 un extraño virus comienza a contagiar a miles de personas en Wuhan, China central. Como suele suceder con los virus se va expandiendo por todo el territorio y en enero de 2020 empiezan a registrarse los primeros casos fuera del paÃs asiático. Un nuevo coronavirus, llamado COVID-19 era identificado, un virus desconocido y con el que el mundo entero serÃa sorprendido y el que puede traer complicaciones al corazón.
Los primeros sÃntomas del COVID-19 lo asociaban al principio con una gripe muy fuerte, hasta que los pacientes comenzaron a presentar otros sÃntomas como diarrea, tos seca y perdida del gusto y el olfato; con el pasar de los dÃas muchos de estos desarrollaron una severa neumonÃa, poniendo en alerta a las autoridades sanitarias del mundo entero. La Organización Mundial de la Salud declaró, que por la manera en la que avanzaba el coronavirus, podrÃa convertirse en pandemia, y de hecho asà lo es hoy en dÃa.
En febrero de 2020 Italia se convertirÃa en el segundo paÃs más afectado por el coronavirus, COVID-19, con miles de muertos cada semana. En marzo siguiente, España declararÃa Estado de Alarma y comienza a registrar una rápida ola de contagios, siendo Madrid, su capital, una de las más afectadas, seguida de Barcelona. El mundo entero comienza a paralizarse y desde los servicios sanitarios: clÃnicas, hospitales y ambulatorios del mundo, nosotros las y los médicos, empezamos a batallar contra un virus desconocido y sin tratamiento certero y mucho menos una vacuna.
COVID-19 y los sÃntomas más comunes
Aunque una persona contagiada de coronavirus o COVID-19 podrÃa comenzar sus sÃntomas de diversas maneras, lo más relevantes son fiebre, tos, disnea, mialgias, fatiga y diarrea, aunque cerca del 10% de los casos puede cursar sin fiebre y alteración del olfato y el gusto, a estos se les conoce como asintomáticos.
El 81% de los pacientes contagiados de coronavirus presentan una enfermedad leve o con pocas complicaciones mientras el 19%, que, aunque pareciera poco es un número importante y significativo, pueden presentar una enfermedad severa ameritando hospitalizaciones e incluso UCI, desarrollando neumonÃas severas, sÃndrome de respuesta inflamatoria sistémica y choque cardiogénico.
Un paciente con sÃntomas respiratorios, problemas de oxigenación, alguna enfermedad de base como HTA, diabetes, EPOC deben realizársele el test para COVID-19 y otros basales como hemograma, proteÃna C reactiva, transaminasas, bilirrubinas, función renal, LDH, CK, troponina, electrocardiograma (ECG) y dÃmero D.
Complicaciones cardÃacas después del COVID-19
Con el pasar de las semanas observábamos la evolución de los pacientes que lograban superar con éxito el COVID-19 o coronavirus y aunque evolucionaban favorablemente, quienes llegaban a ser hospitalizados por una neumonÃa bilateral un 20% de estos ha llegado desarrollar problemas en su corazón o lo que es lo mismo, enfermedades cardiacas.
Desde el punto de vista cardiovascular hay que tener en cuenta varias cosas, para el seguimiento y pronóstico de cada uno de ellos y principalmente los que ameritaron hospitalización, ya que son quienes debieron presentar la forma grave de la enfermedad y por ende sus consecuencias.
1. El paciente con alguna enfermedad cardiovascular de base tiene mayor riesgo de presentar una enfermedad severa y un desenlace fatal. En la mayorÃa lo relacionan con la edad y la capacidad de su sistema inmunológica a responder a infecciones. Los pacientes con diagnósticos de HTA, DM2, enfermedades pulmonares e insuficiencia cardÃaca ya que estos pacientes de por sà ya tienen alguna alteración en su oxigenación y en su sistema cardiovascular que predisponen a un mayor alcance de las complicaciones embolicas del COVID-19.
2. Puede producir daños directos e indirectos sobre el Sistema cardiovascular como lesión miocárdica aguda, miocarditis, arritmias, Tromboembolismo venoso. Explicados por la alta carga viral y un estado de estimulación pro inflamatoria sistémica (tormenta de citoquinas).
3. Las arritmias pueden ser otro hallazgo y especialmente en pacientes hospitalizados, como consecuencia de la misma respuesta inflamatoria sistémica, por la lesión miocárdica isquémica o no, miocarditis o el uso de medicamentos pro arritmias.
4. La insuficiencia cardiaca por una descompensación de una Insuficiencia cardÃaca previa actualmente descompensada o una nueva por efecto directo de la enfermedad que en algunos casos pueden llevar a desenlaces fatales.
5. Otra manifestación es la tromboembolia venosa, que ocasiona la formación de trombos en múltiples sistemas y es una de las causas de las complicaciones graves pulmonares actuales.
6. Las terapias en investigación para tratar la infección por COVID-19 pueden tener efectos cardiovasculares secundarios.
7. Medicamentos para el control de la Hipertensión arterial como los IECA (inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina) o los BRA (bloqueadores del receptor de angiotensina), no deben suspenderse, hasta ahora no se ha demostrado ninguna contraindicación en su continuidad en los pacientes con COVID-19.